martes, 4 de enero de 2011

Buenos días princesa.

El sol arroya su cuerpo entre las sabanas blancas de verano, provocando un calor que hace que se despierte lentamente, mientras en su cara se dibuja una sonrisa de verano.
Lo ve, ve que llega y se sienta junto a ella, mirandola con ojos brillosos y grandes, y escucha que le dice: ''Buenos días princesa'', con una sonrisa que no se borra.
La ventana descubre un paisaje lleno de flores, árboles y de toda la naturaleza que se puede esperar en verano, junto a la fuente un grupo de jóvenes ríen y bromean con el agua, hace que sus pieles brillen con el agua que les cae y ella quiere ir con ellos.

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