Cuando ella pensaba que todo se había acabado, de repente le vino a la mente las ganas de vivir, de disfrutar cada día como si fuese el último.
No tiene que compararse con nadie porque ella sabe cómo es, que ella es única, como ella no hay dos, su corazón el más fuerte y su rostro el más bello que nadie ha podido ver.
Los días le pasan como si fuesen siglos, las nubes, la lluvia, todo le gusta pero no en exceso, quiere ver un rayo de luz, que le de calor, que le de color a su piel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario